miércoles, 9 de octubre de 2019

Nada más que recuerdos

La última entrada de este blog es del año 2016. Tres años pasaron desde ese momento hasta hoy. Tres años y tantas cosas más. De la vieja asociación solo quedan registros no oficiales, algunas fotos o videos perdidos por ahí y el recuerdo de algunos pocos memoriosos que con más kilos ganados que goles marcados se niegan a dejar ir esas tardes de sábado en la vieja cancha de Calchaquí y Elustondo.

De aquellos días de Cristian Raimundo Amaya, Kevin Maicol Krauchuk, Pablo Rodolfo Gómez Monteiro, Matías Edmundo Gonda, Luciano Abel Domoñi, Pablo Nicoleto Sitoula, Alan Hipólito Plaquín, Ignacio Ramón Pieczucoso, Rodrigo Néstor Levoratti, Alejandro Marcelo Mosqueira y Martín Valeriano Tesarolo, viejos pioneros entusiastas y constructores de hazañas magníficas ya poco queda.
Poco menos queda de la última camada de jóvenes promesas de ídolos, de esa sangre fresca que terminó cediendo a las tentaciones de la noche y dejó de lado la ambición deportiva. Ariel Nicolasio y Leandro Jorge Vricella, Nicolás Armando Bulo, Federico Marcelo Muñoz, Fernando Arnold O'Connor y el polémico Chino, del que en todos estos años jamás nadie supo el apellido no son hoy más que meros "ah, sí, me suena"

El redactor que actualizaba y trataba de mantener está página ha muerto por causas desagradables y poco épicas. Y por una cuestión del azar la tarea del recuerdo de esas jornadas recayó sobre mí. No voy a mentir. Traté de esquivarla por todos los medios, intenté no hacerme cargo, miré para otro lado. Pero acá estoy, tres años después.

Decía que de los registros oficiales no quedan más que cenizas. Hoy en día la única novedad que se puede publicar es un parte médico, una suerte de actualización de las escuadras de antaño que, hay que advertir, son más penosas que noticiosas.

El querubín vikingo de Krauchuk ya no corre sin parar por la banda derecha. Ahora vive una vida de leñador solitario, de viajero bohemio, de propietario de su tierra y su destino, plantando bien a fondo su grande y larga bandera en tierras del exterior. Una grave lesión de espalda lo alejó para siempre del field por años y aunque recientemente fuentes confiables afirmaron que gracias a las milenarias técnicas niponas de sanación y después de mucho sacrificio, la saeta rulienta habría vuelto al gimnasio y la actividad física. Una vecina, con mucho pudor, se animó a declarar: "lo de la espalda es todo verso, yo lo vi subirse al techo y laburar. Para mí que no se los bancaba más". Pero la misión de este medio será poder hablar con él.

Amaya, el alto al pedo, vive sus días enterrado en apuntes y exámenes de Medicina. La lesión que lo alejó de las canchas es un sobre hueso en un pie, aunque nunca trasncendió en cual. La vieja dolencia en su tobillo quedó perdida en los registros médicos y parece pasar a segundo plano. Hubo intentos, hubo charlas, hubo pero no hubo. Alguien envió una carta a la redacción señalando que últimamente se lo pudo ver algo picado en un bar de la zona de Quilmes, siempre con una cerveza más morocha que rubia y dibujando falos en todo lo que puede.

Por el lado de la tanqueta Gonda hoy es más tanqueta que Gonda. Internado en una granja de rehabilitación el delantero que supo deleitar al fútbol con sus piruetas, su pegada, su pase en profundidad hoy pelea mano a mano contra las harinas, las gaseosas, el azúcar, el asado, los postres, el alcohol, una lucha desigual. Sin lesiones musculares ni oseas, su dolencia es del alma. Desalentado por los oídos sordos de la vieja asociación, poco a poco el terror de las redes se fue apagando y hoy quienes lo ven en sus salidas esporádicas aseguran que está hecho un lechón.



martes, 7 de junio de 2016

El Cataratero haciendo historia

Año dos mil dieciseís. Desde aquellas primeras entradas han transcurrido más de cinco años y revisando el archivo de la siempre clandestina -y ahora acéfala- asociación del fútbol vespertino podemos confirmar la continuidad de más del 70% de los jugadores de aquella época casi infantil.

Son muchos los clubes que la conforman y hacer un listado de todos ellos, con sus idas y venidas, nos resulta imposible. No solo por falta de recursos, sino también porque la sombría dictadura aún está expectante de algún desliz para abalanzarse sobre la libertad de expresión una vez más.
De todas formas no podemos pasar por el alto la actualidad y la historia del emblemático Bloque Deportivo Parú-Cuapá, club fundado por socialistas misioneros abroquelados bajo el abrasante sol del litoral de nuestro país y las ideas de Salin, quienes con un objetivo en común dieron todo de sí para fundar este mítico conjunto.

Lo destacamos y lo traemos a la actualidad porque hoy en día es el único club de la AFV que cuenta con mayoría de jugadores propios, descendientes de aquellos 'founding fathers' zurdos.
Hoy en día su plantilla la componen:
Cristian Raimundo Amaya, Kevin Maicol Krauchuk, Pablo Rodolfo Gómez Monteiro, Matías Edmundo Gonda, Luciano Abel Domoñi, Pablo Nicoleto Sitoula, Ignacio Ramón Pieczucoso, Rodrigo Néstor Levoratti, Alejandro Marcelo Mosqueira y Martín Valeriano Tesarolo como parte de la rama histórica de los primeros días, sumándose a la misma y con mucha fuerza en los últimos años Alan Hipólito Plaquín.
Luego, en una estampida de renovación el Cataratero subió a primera a distintos valores que hicieron su camino desde abajo, ellos son: los hermanos Ariel Nicolasio y Leandro Jorge Vricella, Nicolás Armando Noséelapellido, Federico Marcelo Muñoz, Fernando Arnold O'Connor y el polémico Chino, de quién nadie sabe ni nunca sabrá ni el nombre ni el apellido.

Esos son los nombres propios de la historia de un club histórico venido a menos, maltratado por malas administraciones consecutivas que empieza a renacer con el cambio de gobierno y una Comisión Directiva que impulsa el recambio.

Sintetizando

Cómo habrá pasado el tiempo que la primer crónica de esta nueva etapa tiene como tema central el cambio de superficie en una de las dos canchas que el Club Haras del Sudeste posee sobre la Avenida Calchaquí.
Después de más de cinco años de incansables gestiones, reclamos y debates se llevó a cabo la transformación completa del primer campo que ahora es de césped sintético. Ahora y por fin el Club fundado por Mark O'Hoolaghan en 1918 cuenta con una superficie acorde a las nuevas reglamentaciones y demandas de este nuestro cambiante fútbol.
La punta de flecha de este logro es nada más y nada menos que Kevin Krauchuk, capitán y volante central de Haras del Sudeste, quien supo volver al país tras un breve paso por el fútbol turco para transformarse en el monstruo que es hoy en día. Decimos monstruo porque todavía nadie sabe si su capitanía y su trayectoria son para admirar o para castigar a piedrazos en la plaza pública.


(La foto no refleja, ni a palo, lo hecho en el estadio del Petaquero)
Fue él quien, con total desparpajo, insistió y erosiono la resistencia de la Comisión Directiva a base de constantes preguntas. Hay quien se anima a preguntar por qué no usa ese desparpajo en las pistas de baile en la que se lo pudo ver frecuentemente, aunque eso es otro tema para otra sección que pronto se dará a conocer.
La cuestión central aquí es que el Petaquero cuenta con una cancha que es envidia de muchos, más allá de algunas cuestiones técnicas por pulir. El césped, importado desde Arabia Saudita todavía tiene que asentarse pero demostró que es apto para los días en que las inclemencias climáticas se hagan presentes. Lo mismo a la hora de reducir el impacto en caídas o golpes y más que todo para facilitar el juego elegante, dinámico y a puro toque que tanto se pide hoy en día.

Así es, querido lector, que estamos felices de volver a ver la luz del monitor, de renacer de las cenizas como un ave fénix del periodismo, para contarle todo lo que pase en el mundo de la categoría menos conocida del fútbol mundial.

La vuelta de la democracia (?

Fueron años oscuros.
Una violenta dictadura repentina, inesperada y sombría se apoderó de todos los medios de comunicación, arrancó de cuajo los derechos más arraigados de nuestra historia; desalentó sistemáticamente todo intento de opinión libre y mantuvo en silencio este heróico pasquín virtual herido en lo más profundo de su ser.
Poco pudo hacer este grupo de servidores carente de armas y recursos. El paso del tiempo, sin embargo, no pudo derrumbar los pilares siempre firmes y bien armados que hoy en día sostienen estas páginas, una vez más visibles a los ojos de todos.

¡La Base Está vive! Es la continuación, la rama más moderna, de aquel emprendimiento conocido como La Vida Por Vos, cuna de las primeras crónicas y entrevistas a históricos jugadores de fútbol sabatino, el Big Bang de esta pasión ridícula pero necesaria.

No más vueltas. La Base Está!

viernes, 27 de julio de 2012

Perdón Londres

Perdón a los organizadores de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero el plantel tiene fecha por el campeonato y nos perderemos la ceremonia inaugural. Es nuestro deber asistir al partido para, luego, volcar los pormenores (y por mayores) en este humilde sitio.
Sin duda abundarán las repeticiones y los "lo mejor de" así que sin más que repetir las disculpas a los responsables de tamaño evento nos despedimos y nos preparamos para vivir una fecha más del apasionante torneo.

La chilena que no llega

Partamos de la base: Wikipedia no debe ser la fuente más precisa y fiable en la que alguien puede buscar algo sobre fútbol, pero la veracidad o precisión del sitio no viene a cuento hoy.
  La cuestión acá es la promesa de chilenas que un jugador del plantel viene haciendo desde hace meses y que hasta el momento sigue sin cumplirse, al menos en su totalidad. Es que Kevin insiste con sus ganas de realizar el movimiento, que la enciclopedia virtual define como: una maniobra que consiste en patear el balón alto, con el cuerpo formando un ángulo de noventa grados con la vertical, elevando las piernas hacia adelante y empujando el balón sobre el cuerpo, mientras se está suspendido de espalda en el aire, sin apoyarse en el suelo. 
  La semana pasada, el Mariscal, utilizó una chilena defensiva como último recurso para evitar un gol del rival y consultado después sobre la calidad de la misma se mostró ofuscado, no satisfecho. Su deseo es, obviamente, ejecutarla para convertir un gol. "La base y el concepto las tiene", señala el psicólogo deportivo Esteban Pérez Guedes, a quien le mostramos los videos de los partidos y agrega: "generalmente el mayor temor es la caída, una chilena implica elevarse de espaldas a una altura considerable y caer con total fragilidad, ya que toda la atención está puesta en pegarle bien a la pelota. Lo primero que debe aprender un jugador es a caer, para evitar lesiones en el cuello o la espalda, el dolor de golpear el piso es mínimo".
  La referencia más cercana es uno de los delanteros más antiguos del plantel, Sopapa Gonda, quién ha vuelto locos a compañeros y rivales con sus piruetas que rara vez terminan en gol, pero que entretienen mucho a la gente. "Obviamente la de Enzo es la chilena perfecta, el día que me salga esa me pongo a llorar. Todavía no pude enganchar una bien, casi siempre toco el piso con una mano, o le pego cuando estoy cayendo... Hace unas semanas tiré la del sapito, que salió bárbaro, ojalá pueda repetir" señaló el jugador y consultado sobre su compañero dijo: "El día que le salga, le arranca la cabeza a uno. Ya se va animando más, hay que pegarle un poco para ablandarlo jeje".
 

En una rodilla


Era una visita. Una vuelta a casa, de esas que el corazón pide de vez en cuando. Obviamente la idea coqueteó muy suavemente y se fue. Era imposible. En plena rehabilitación tras la rotura de los ligamentos y a un año de volver a jugar nadie está en condiciones de jugar un partido. ¿O sí? Se lo preguntamos a él.


Primero hay que poner un marco. Fecha del campeonato, estadio de Calchaquí y Gutiérrez (la cancha que da a Elustondo), equipos en la cancha y el problema más común de todos: falta uno. Al problema de siempre, la solución de siempre: el partido empezaba y el correr de los minutos marcaría qué hacer, si cambiar de apellidos o suspender el encuentro.
Afuera, mirando, Francisco Bottaro Sforza. Pancho para todos. Llegó el primer gol, el segundo, el tercero, el cuarto… Y una frase que nacía del pecho y empezaba formarse en la cabeza: “Un gol más y entro”.
En otras palabras:
-Al equipo le faltaba uno, lo estaban goleando y la pelota me llamaba a gritos.
-¿Qué tan cierto es lo de un gol más y entro?
-Lo dije, dudé un par de veces…
-¿Fue locura o pasión? El permiso del dotor tiene fecha para el año que viene…
-Locura no, pero tampoco creo que llegue a ser pasión. ¿Un impulso?
-¿Entraste a pararte como líbero, de último?
-Sí pero era una mala idea (risas)
-Exactamente. Entonces derecho al arco ¿Estabas para volar? 
-Si me quedaba una para volar, sin comprometer la rodilla, lo hacía. Pero atajé parado
-¿Cómo viene la rehabilitación?
-Bárbaro, ya puedo doblar la rodilla incluso más que antes de lesionarme y no hay dolor.
-¿En los papeles hasta cuándo tenés?
-Hasta el año que viene no puedo volver a jugar, pero en un mes ya estoy trotando.
-Punto para la locura. ¿Cómo viste al equipo después de tanto tiempo?
-Fue raro jugar del otro lado, pero la verdad es que lo vi bien. No hubo grandes cambios desde la última vez que vine.
-Fuiste la figura del sábado pasado ¿Lo sabías?
-La figura fue el equipo que supo cómo remontar el resultado y, lo que es más difícil, cómo mantenerlo después. (el equipo para el que entró perdía por varios goles y luchó con mucho huevo para dar vuelta un partido imposible, que terminó ganando).
-Igual, el triple mano a mano que tapaste fue algo de otro planeta…
-(Risas) Creo que los rivales me pateaban despacito porque me veían lisiado… (épicos fueron los achiques en una gamba, de a saltitos)
-En la previa del partido, cuando la posibilidad de jugar era una joda, dijiste que ése hubiese sido un freno para jugar…
-Sí, porque no me hubiese gustado sacar ventaja de. No me gusta.
-Igual siempre hay un mala leche que te patea abajo, cruzado…-Él sabe lo que hizo, lo voy a cagar a trompadas.
-¿Podemos poner fecha de regreso?
-Dos mil trece… 
Y así, sin más precisiones, pero con una gran certeza habló el tipo que atajó (siendo figura) cuando todavía no puede ni trotar. Hoy se cumplen tres meses de la operación de la rodilla y en noviembre hará un año de aquella lesión. Por parte del club hay un gran proyecto para llevar a cabo un partido homenaje y que Francisco juegue como Pancho por su casa.