Después de más de cinco años de incansables gestiones, reclamos y debates se llevó a cabo la transformación completa del primer campo que ahora es de césped sintético. Ahora y por fin el Club fundado por Mark O'Hoolaghan en 1918 cuenta con una superficie acorde a las nuevas reglamentaciones y demandas de este nuestro cambiante fútbol.
La punta de flecha de este logro es nada más y nada menos que Kevin Krauchuk, capitán y volante central de Haras del Sudeste, quien supo volver al país tras un breve paso por el fútbol turco para transformarse en el monstruo que es hoy en día. Decimos monstruo porque todavía nadie sabe si su capitanía y su trayectoria son para admirar o para castigar a piedrazos en la plaza pública.
(La foto no refleja, ni a palo, lo hecho en el estadio del Petaquero) |
La cuestión central aquí es que el Petaquero cuenta con una cancha que es envidia de muchos, más allá de algunas cuestiones técnicas por pulir. El césped, importado desde Arabia Saudita todavía tiene que asentarse pero demostró que es apto para los días en que las inclemencias climáticas se hagan presentes. Lo mismo a la hora de reducir el impacto en caídas o golpes y más que todo para facilitar el juego elegante, dinámico y a puro toque que tanto se pide hoy en día.
Así es, querido lector, que estamos felices de volver a ver la luz del monitor, de renacer de las cenizas como un ave fénix del periodismo, para contarle todo lo que pase en el mundo de la categoría menos conocida del fútbol mundial.
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